Los nuevos trabajadores/as que en breve prestarán servicios en dicha residencia tendrán un salario de 800 euros mensuales y una jornada de 1755 horas anuales.
Gustavo García y Fernando Gimeno, idearios de esta privatización, sin embargo no ejemplarizan su acción aplicándose el convenio colectivo -expirado en el 2004- que van a aplicar a todos/as estos/as trabajadores, y seguirán cobrando sus sueldos escandalosos explotando a la clase trabajadora.
Privatizar es mejorar los servicios y ahorrar dinero a los contribuyentes. No hay nada más que fijarse alrededor. Todo como un pincel. Y disponemos de tanta pasta que podemos ayudar a los bancos y demás mercados financieros. Hay que privatizar lo que aún queda, el Parlamento y el Senado incluídos.
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